El turismo representa una de las principales actividades económicas del mundo. Viajar ya no es un lujo, sino que se ha convertido en una necesidad y en un derecho. No hay duda de que es una actividad cada vez más valorada. De hecho, nunca he conocido a nadie a quien no le guste viajar, conocer, descubrir … en definitiva, vivir experiencias únicas e irrepetibles.
La actividad turística, ciertamente, vive un momento dulce. El crecimiento del sector es una realidad y no se detendrá. Sin embargo, el turista es cada vez más exigente. Nos estudia y examina constantemente y no podemos esconder nada. La transparencia, la calidad y la profesionalidad se convierten en la única manera de no sólo satisfacer, sino superar las elevadas expectativas de los nuevos viajeros. Todo lo anterior, unido a un mercado altamente competitivo, requiere de profesionales bien formados, que den respuesta a las crecientes necesidades del mercado laboral. Un mercado totalmente globalizado, lleno de grandes compañías, nacionales e internacionales, en continua expansión por todo el planeta, que buscan fuentes de talento para poder satisfacer las necesidades de los huéspedes en cualquier parte del mundo. Curiosamente, en las últimas conversaciones con directivos de diferentes cadenas hoteleras, uno de los temas recurrentes ha sido la necesidad de personal bien formado para poder cubrir vacantes internacionales.
Por todo ello, el sector turístico, motor de nuestra economía, pero también de la de otros países del planeta, se convierte en una puerta abierta al mundo. Un mercado lleno de oportunidades para aquellos excelentes profesionales capaces de convertir la estancia de cada cliente en una experiencia inolvidable.
David Casanellas
Jefe de área de Hostelería y Turismo